SAN LORENZO / RIVER: RAMON AL FINAL SE QUEDA EN BOEDO

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Es un Santo

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El Pelado le dijo no a River y seguirá en San Lorenzo. Olé te cuenta por qué frenó el regreso a Núñez de la noche a la mañana en la que anunció su continuidad.


Hola Mario, soy Ramón. Te agradezco que me hayan tenido en cuenta, pero me voy a quedar en San Lorenzo". Cuando el sol comenzaba a asomar, a Mario Israel (uno de los dos que el martes había estado en la casa de Ramón en Nordelta) se le vino la noche. El que le hablaba a su celular era el Pelado. ¿Qué pasó para que el riojano decidiera quedarse en Boedo? Una trama atrapante. Un cuento de rumores, información, llamados, declaraciones cruzadas y, sobre todo, contradicciones. Muchas. Demasiadas. Una historia oficial y otra paralela.

"Me quedo en San Lorenzo porque hay compromisos que no se pueden fallar. Soy un hombre de palabra", afirmó, sin titubear, el DT. ¿Esta es la verdadera razón por la que continuará en el Ciclón? No. La realidad es que estuvo a punto de volver a Núñez. Lo tenía decidido, abrochado y en su cabeza ya imaginaba el River 2008. Sin embargo, todo se modificó. El timón se torció y lo que parecía un regreso casi seguro, terminó siendo un año más en el Cuervo. Entre las 18 y la medianoche del miércoles, se cocinó todo. Todo, absolutamente todo, dio un giro de 180 grados. Apareció San Boedo: Gustavo Ranucci, un personaje inesperado y que terminó siendo clave en las negociaciones. ¿Quién es? Un amigo personal de Ramón. Y le hizo entender al Pelado que debía continuar en el Ciclón (ver página 6). En esa reunión, fundamental, el DT empezó a cambiar su pensamiento. Las palabras de Ranucci le pusieron paños fríos a la incontrolable pasión que el Pelado siente por River. Y empezó a recapacitar. Cerca de las 21, llamó a Savino: "Rafa, no anuncies nada en la reunión de CD porque quiero hablar con vos. Nos vemos en lo de Marcelo", le dijo. Ahí, Ramón ya había sufrido el primer ablande. Comenzaba a masticar la idea de quedarse, aunque igual mantenía la postura de volver a River. Y apenas terminó el meeting con Ranucci, salieron juntos rumbo a Ideas del Sur. Llegaron un ratito antes de las 22 y esperaron a Tinelli, quien estaba grabando imágenes para Patito Feo. ¿Y Savino? Tras reunirse con la CD, salió disparado hacia la productora del Cabezón. Cuando el cuarteto estaba completo, subieron a las oficinas del cuarto piso y el ablande que ya tenía Ramón mutó a decisión final, irrevocable. ¿Sólo las palabras de Ranucci le hicieron torcer el rumbo al Pelado? Unicamente un nene de dos años podría comerse semejante chupetín. El cónclave con Tinelli tomó ribetes de fundamental. Y aunque los involucrados lo desmientan y el DT asegure que "Savino no cambió ni una vírgola (coma, en italiano) de todo lo que hablamos", la parte económica jugó su partido: le subieron la oferta inicial, ofreciéndole un contrato de 1.700.000 dólares más un jugoso premio de 500.000 verdes si obtiene la Libertadores. Y hay más: le habrían dado a entender que, si en julio se quiere marchar, no le pondrían trabas. Así terminó la reunión en Ideas. ¿Cuánto influyó Tinelli? A pesar de que el Pela do diga que "no tuvo nada que ver", fue determinante. Su inteligencia para negociar es indiscutible. Y su poder mediático, también. El lunes, de hecho, ya había ejercido presión desde su programa: "Ramón Díaz es un hombre de palabra", fue su daga directa.

Con los hechos consumados, cada parte trató de acomodar su discurso. Héctor Cavallero, protesorero de River, dijo que RD se quedó por el dinero. Mentira: en San Lorenzo ganará menos de lo que iba a percibir en Núñez. Savino aseguró que sabía que iba a cumplir con la palabra. Mentira: el presi estaba golpeado y hasta algunos de sus laderos ya habían comenzado a buscar entrenador. Ramón repitió una y mil veces que a Aguilar sólo lo atendió por respeto. Mentira: estallaba de alegría con la chance de regresar a River y hasta un integrante de su cuerpo técnico llamó a Ahumada para decirle que lo tendrían en cuenta (en algunos medios se había deslizado lo contrario) y gente de su entorno recorrió las instalaciones del club. Y en la charla con JM se habló de refuerzos y de posibles movimientos en el plantel. Ni el pedido de algunos jugadores cuervos para que continuara le podía sacar la idea fija del retorno. ¿La única verdad del DT? "No hay una persona en el mundo que quiera volver a River como yo y sé que lo haré". Sin embargo, entre Tinelli, Ranucci y Savino (poder, presión, convencimiento, dinero) lograron lo que parecía imposible: Ramón seguirá en el Santo. ¿Es un santo?